Siempre asociamos a los deliciosos quesos con el vino, y en realidad es una alternativa recurrente en las reuniones. Una buena tabla de quesos y un par estupendos vinos que mariden con los sabores lácteos, son la compañía perfecta para una buena conversación o una velada con la persona ideal. Sin embargo, es necesario conocer sobre quesos y sobre vinos, para lograr que ninguno de los dos elementos se opaquen y que mantengan su identidad.
La experiencia nos dice que la mayoría de los quesos y vinos combinan bien, pero debemos saber cuándo y cómo juntarlos. La forma más sencilla es conociendo los tipos y características de la tabla de quesos a preparar y el vino a disfrutar.
Para la tabla de quesos, podemos elegir una base mínima de cinco quesos: 2 duros, 2 semiblandos y uno blando; y no muchas variedades, a los que pueden agregarse alguna pasta de queso. La tabla de jamones debe servirse por separado.
En el caso del vino, para los quesos extremadamente grasos y untuosos, debemos pensar en vinos tintos fuertes, de buen cuerpo, elaborados con cepas Cabernet Sauvignon, Malbec o Syrah; y para los quesos de leche de oveja ó cabra, de gran acidez, van muy bien con vinos secos y ácidos, como el Sauvignon Blanc, el Chenin, y el Chardonnay.
Sin embargo, déjense llevar por lo que les dicte su gusto. Experimenten con tipos de quesos y de vinos y estoy seguro que encontrarán su tabla de quesos que vaya de maravilla con los quesos que escojan.
fuente: http://omarzev.blogspot.com/2007/02/como-maridar-quesos-y-vinos.html
